viernes, 28 de octubre de 2011

El querido Festival del Limón


El Festival del Limón inundaba de folklore el corazón de los taficeños. Si bien mucha gente de distintos puntos de Tucumán, montados en zambas, gatos y chacareras, se trasladaba a nuestra ciudad, el Festival del Limón era nuestro, de los hombres, las mujeres, los jóvenes (entre los que nos encontrábamos los de la generación del ’57) y las niñas y los niños de Tafí.
Las noches de lunas de octubre de los años ’73, ’74 y ’75, cubrían el césped de la cancha de Mitre. Allí estábamos todos recibiendo el sereno junto a las notas y las letras que cantaban Los cantores del Alba, Los Chalchaleros, Los Manseros Santiagueños, el humor de Luis Landriscina, Mercedes Sosa, Ariel Ramírez y porque no María Luisa Zamora.
Todo ello manejado magistralmente por la experiencia de Di Palma, el gran conductor de este tipo de eventos que engalanaba cada noche con su dicción y su recitado.
El vino desfilaba por los gargueros de todas las generaciones y podía ser tinto, blanco o rosado, del que hubiera más. También el asado y los chorizos hacían deleitarse a los asistentes que, luego de revolear y revolear sus ponchos, se volcaba hacia los puestos de la comida. Amigos, el revoleo del poncho, viene de esta época; no empezó con Soledad.
A medida que la noche se iba haciendo madrugada el vino iba ganando más y más su lucha con la resistencia de nosotros y ya bailábamos chacareras bajo el arco que daba a la casa de Nariz; o nos enganchábamos en algún carnavalito que recorría toda el área grande de la calle de la entrada principal. Hasta se acercaba el amor en esos bailes y hacía juntar manos por primera vez;  e invitaba a las parejas a recorrer desde allí el dulce camino hacia sus corazones.
En una de esas vueltas mientras se esperaba la actuación de la figura de la noche, íbamos con Titole Lazarte, Roberto Sandoval, Marino Nieva y el Cuchi Vega. En uno de los puestos de comida estaba Di Palma recargando energías para seguir la noche. Titole se le acercó y le dijo, con su característica voz: ¿Qué hací aquí Di Palma?, ¡Vo andá y animá!; ¡Animá Di Palma, animá!
Aguante el Festival del Limón, Titole, Di Palma y todos los que hemos disfrutado de aquella época.

domingo, 23 de octubre de 2011

La avenida, mi avenida

Centro de mi pueblo,
alma de mi ciudad,
con tu recuerdo tiemblo,
eres mi libertad.

Desde niño te conozco,
alma de mi ciudad;
nada de lo que me diste es poco
eres mi sinceridad.

Hoy desde lejos te quiero
en mis noches de desvelo,
tienes mi voluntad
en mi alma, en mi ciudad.