martes, 20 de mayo de 2014

Jean Jaures Surrealista

La esquina de Jean Jaurés y Perón es la entrada al mundo de la confusión. En qué cabeza onírica habrá sucedido la idea de que esto sea así cada mañana? Mientras los autos van hacia el centro cruzando por abajo de las vías del ferrocarril Sarmiento, cerca de Once, el tren está entrando en el estacionamiento. La formación, como se dice en la jerga ferroviaria, va buscando un lugar en el parking; tal vez ha terminado su trabajo que empezó ayer y busca un respiro; yo lo veo desde la esquina misma; antes de cruzar y emprender el paso por el túnel que a su salida se hace un nudo, porque allí está el trsitemente célebre Cromagnon. Allí todo se corta, el tránsito busca un lugarcito por donde meterse, doblan los de Bartolomé Mitre, obligados porque el cierre de la cuadra de Cromagnon no les permite seguir hasta Once. Entonces, se juntan las trompas con los que vamos desde aquí a ganarnos terreno y cruzar Rivadavia.

Así se empieza la mañana porteña, con este recorrido en auto hacia donde uno tiene que ir; pero que seguro tendrá algún desvío para llegar por donde se pueda.

Así es esta esquina, que Dalí la hubiera definido como él mismo se definiera: surrealista.



lunes, 19 de mayo de 2014

Y después




Y después


Los laberintos
que crea el tiempo
se desvanecen.

(Sólo queda
el desierto.)

El corazón,
fuente del deseo,
se desvanece.

(Sólo queda
el desierto.)

La ilusión de la aurora
y los besos,
se desvanecen.

(Sólo queda
el desierto.
Un ondulado
desierto.)

Federico García Lorca