domingo, 31 de diciembre de 2017

Adiós 2017

A horas de que finalices ya te digo adiós, 2017.  Quiero que quede atrás mi experiencia del paso por los quirófanos por cuyas camillas desfilé en tres oportunidades: marzo, mayo y septiembre. Gracias al Altísimo todo eso ha quedado atrás y ahora voy hacia adelante solo con los recuerdos de los dolores que tuve y de los medicamentos que tomé. También dejo atrás el hecho del despido que me ha infundido la empresa para la cual trabajé durante trece años.
Esos dos componentes de mi vida que son el trabajo y la salud me han tenido a los botes en este año. Pero ya han pasado y me dispongo a buscar otros hechos oportunos para los cuales esas situaciones de crisis me han preparado.
Recibo con sumo entusiasmo el año nuevo porque es el comienzo de una nueva dinámica. Con seguridad, sabré desarrollarme sobre el año nuevo con mesura, frugalidad y templanza.

Feliz año nuevo, amigos. Que el 2018 les traiga alegría cada día.

El fin de año de Borges

FINAL DEL AÑO

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.


BORGES, J.L.Fervor de Buenos Aires (1923