sábado, 30 de noviembre de 2024

Oda a la tristeza - Pablo Neruda


 Oda a la tristeza - Pablo Neruda

(del libro Odas elementales)
Tristeza, escarabajo
de siete patas rotas,
huevo de telaraña,
rata descalabrada,
esqueleto de perra:
Aquí no entras,
no pasas.
Ándate.
Vuelve
al sur con tu paraguas,
vuelve
al norte con tus dientes de culebra.
Aquí vive un poeta.
La tristeza no puede
entrar por estas puertas.
Por las ventanas
entra el aire del mundo,
las rojas rosas nuevas,
las banderas bordadas
del pueblo y sus victorias.
No puedes.
Aquí no entras,
Sacude
tus alas de murciélago,
yo pisaré las plumas
que caen de tu manto,
yo barreré los trozos
de tu cadáver hacia
las cuatro puntas del viento,
yo te torceré el cuello,
te coseré los ojos,
cortaré tu mortaja
y enterraré, tristeza, tus huesos roedores
bajo la primavera de un manzano.

miércoles, 20 de noviembre de 2024

20 de noviembre - Día Mundial del niño



Las mañanas y mi hijo

 

A Nicolás Jordán Lezcano


Hola, mi niño, mi negrito

El más chiquito de la casa. A

A quien el papá

Lo quiere bien mucho.

 

Hola, camisita blanca.

Hola, corbatita azul

De las primeras que vas a lucir.

 

Hola, pantaloncito gris

Que abrazas esas piernas

Estirándose cada día más.

Hola, cabecita dulce

De pelo cortito.

 

Carita de piel suave,

Que eriza mis entrañas

 

Manitos puras para el futuro,

Nada es prematuro. Eres todo

Lo que quiero cada mañana.

Aprieta los dedos en los míos,

Sentirás el alivio de mi interior.

 

Hola, cuaderno alto.

De las primeras  letras.

De los números

Envueltos en lana.

De los dibujos con tu estilo.

Yo también vengo

De un cuaderno alto.

Ábrelo conmigo cada día.

 

Juntos veremos hacia adentro

Encontraremos el sol,

La luna,  los cerros

Y los helechos,

Todo lo que a tu lado siento.

 

Julio Jordán Benjamín Lezcano

CABA, 14 de mayo de 1996.

 

domingo, 17 de noviembre de 2024

Los justos - Poema de Jorge Luis Borges

 




Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.



La cifra es un libro de poesía del escritor argentino Jorge Luis Borges. Fue publicado por primera vez por Emecé, en Argentina, y en forma simultánea en España por Alianza Editorial, en el año 1981. El libro reúne cuarenta y seis poemas escritos entre 1978 y 1981.1

Los poemas tratan del amor ("Nostalgia del presente"), de la salvación ("Los justos"), de un cuchillero ("Milonga de Juan Muraña"), de su ciudad o una de sus ciudades ("Buenos Aires"), de sí mismo ("La fama"), de la salvación del mundo ("Los justos"), el tiempo ("La cifra", poema que da título al libro).

Como es habitual en sus libros, menciona a escritores del selecto grupo integrado al universo borgeano: MiltonVirgilioWilliam BlakeColeridgeLewis Carroll, entre otros. El libro incluye diecisiete haikus.2

Un gurú de Harvard revela cuáles son los hábitos para ser cada día más feliz

 




https://www.lagaceta.com.ar/nota/1060182/sociedad/guru-harvard-revela-cuales-son-habitos-para-ser-cada-dia-mas-feliz.html


Un gurú de Harvard revela cuáles son los hábitos para ser cada día más feliz

Arthur Brooks es autor de 13 libros; el último, Construye la vida que anhelas, lo escribió junto con la periodista Oprah Winfrey.

 

Arthur Brooks, profesor de liderazgo y felicidad en Harvard, combina ciencia y filosofía para explorar los pilares de una vida plena. Su libro más reciente, escrito junto a Oprah Winfrey, Build the Life You Want, propone una visión práctica de la felicidad, desmitificando la búsqueda de una dicha inalcanzable y subrayando la importancia de aceptar tanto la alegría como la adversidad. Según Brooks, la felicidad es un equilibrio entre tres "macronutrientes": disfrute, satisfacción y sentido, conceptos que ayudan a construir una existencia más significativa y conectada.

 

El disfrute, más profundo que el placer, se genera a través de conexiones humanas y recuerdos compartidos; la satisfacción surge al alcanzar metas tras esfuerzo, mientras que el sentido abarca la coherencia y propósito en un contexto más amplio. Para Brooks, la clave está en manejar emociones mediante la metacognición: reflexionar sobre los sentimientos antes de reaccionar. Esto se logra practicando meditación, escritura o incluso oración, herramientas que permiten interpretar las emociones y responder de manera consciente.

 

Brooks también destaca la importancia de cultivar los cuatro pilares esenciales para la felicidad: la fe, la familia, la amistad y el trabajo significativo. Insiste en que las relaciones auténticas y el contacto con algo trascendental, ya sea a través de la espiritualidad, el arte o la naturaleza, son fundamentales para el bienestar. Además, enfatiza el valor de una disciplina diaria que fomente hábitos saludables y creativos, como reflexionar, ejercitarse y conectarse con las personas queridas.

 

A pesar de su estudio profundo sobre la felicidad, Brooks admite que no se considera una persona naturalmente feliz, pero ha logrado mejorar su bienestar a través de la disciplina y el enfoque personal. Su historia y enseñanzas invitan a reflexionar sobre cómo enfrentar las emociones negativas, mantener la gratitud y buscar un propósito en la vida cotidiana. Para él, el proceso de buscar sentido es tan valioso como las respuestas que podamos encontrar.


miércoles, 6 de noviembre de 2024

Zamba para no morir - Hamlet Lima Quintana

 






https://youtu.be/G4-eRfIYYcE?si=mzZtojjqnUth6_0O

Romperá la tarde mi vozHasta el eco de ayerQuedándome solo al finalMuerto de sed, harto de andarPero sigo creciendo en el solVivo
Era el tiempo viejo la florLa madera frutalLuego, el hacha se puso a golpearVerse caer, solo rodarPero el árbol reverdeceráNuevo
Al quemarse en el cielo la luz del díaMe voyCon el cuero asombrado me iréRonca al gritar que volveréRepartida en el aire a cantarSiempre
Mi razón no pide piedadSe dispone a partirNo me asusta la muerte ritualSolo dormir, verme borrarUna historia me recordaráVivo
Veo el campo, el fruto, la mielY estas ganas de amarNo me puede el olvido vencerHoy, como ayer, siempre llegarEn el hijo se puede volverNuevo
Al quemarse en el cielo la luz del díaMe voyCon el cuero asombrado me iréRonca al gritar que volveréRepartida en el aire a cantarSiempre

Hamlet Lima Quintana (nacido como Hamlet Romeo Lima, 15 de septiembre de 1923-21 de febrero de 2002) fue un poeta argentino, autor de más de cuatrocientas canciones, entre ellas la popular "Zamba para no morir" (con música de Norberto Ambrós y Héctor A. Rosales).1

Biografía

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Nacido en Morón en 1923, prefería decir que era de Saladillo (localidad situada a 200 km de la ciudad de Buenos Aires, zona rural de la Pampa húmeda), debido a que pasaba cinco meses por año allí durante su infancia.2

Tanto su padre como su madre alimentaron el amor por las letras y la música, ya que ambos escribían poesía y tocaban la guitarra y el piano.1

Entre 1940 y 1960, Lima Quintana fue músico y cantor primero en la compañía de Ariel Ramírez y luego con los grupos Los musiqueros y Los mandingas.

Desde Buenos Aires, Hamlet Lima Quintana componía canciones que acompañaron al movimiento artístico y cultural denominado Nuevo Cancionero (1962), que integraban también el poeta mendocino Armando Tejada Gómez y el músico Oscar Matus. Artistas de la talla de Mercedes Sosa y Horacio Guarany interpretaron sus composiciones.2

Además de su actividad artística, trabajó en las redacciones de la agencia de noticias United Press y de la sección Política del diario Clarín. También se desempeñó como cobrador, vendedor de la editorial Sudamericana y empleado del Instituto Nacional de Cinematografía.2

También grabó discos con el recitado de sus poemas, de los que se destacan: "Juanito Laguna remonta un barrilete" y "La Pampa Verde".1

En el año 2016, la cantante Nancy Ocampo recupera y graba en su CD "Camino de tinta" la chacarera "Se llamaba Simple Alberto", con letra de Lima Quintana y música de Gabriel Senanes, compuesta en 1976 en homenaje al editor cordobés Alberto Burnichón y hasta entonces inédita.3

Su primera esposa fue Esther Cecilia Pujadas argentina Docente y también cantó junto a mi padre integrando el grupo "Los mandingas" de ese primer matrimonio nacieron: Ana Cecilia Lima, Silvia Esther Lima, Germán Jorge Lima y Mariano Ventura Lima.

En su segundo matrimonio contraído en Perú, se casó con la antropóloga argentina Alcira Imazio, con quien tuvo un hijo, Felipe Ramón Lima. Su tercer matrimonio lo contrajo con Luisa Neves Lagos de cuya unión nacieron Juan Martín Lima y Juan Cruz Lima.

Falleció el 21 de febrero de 2002, a los 78 años, por un cáncer de pulmón.2

miércoles, 21 de agosto de 2024

Alienígena en Buenos Aires

 




Nadie sabe en qué parte de Tucumán bajó la alienígena. Unos dicen que en San Pedro de Colalao, otros en Lules. Nadie siquiera la vio. Todos empezamos a saber de ella cuando llegaron las noticias desde Buenos Aires. Los investigadores porteños la siguieron a través de las cámaras de seguridad de la Plaza Dr. Bernardo Houssay. Lo primero que llamó la atención es que en la clase de zumba de los lunes a las 19 había una chica que sacaba todos los pasos en el primer intento. Hay quienes dicen que viéndola de cerca no era tan  chica; para muchas tenía 67 ó 68 años.

Una vez, un compañero de baile, la invitó a tomar un café al finalizar la clase. A él le gustaba el bar que está justo enfrente al Hospital de Clínicas, un modesto restaurante con muchos años encima, pero que siempre tiene gente en los períodos de crisis porque los precios son leales a los bolsillos. Ella se sentó mirando a la ventana, él de espaldas a la avenida Córdoba. De pronto ella le dijo: SRTAABBEL! Qué? le dijo él, qué dijiste? preguntó el muchacho. Nada, dijo ella, solo estoy leyendo los grafitis de la verja y de las paredes del hospital. Leyendo?, preguntó Costas, el bailarín de zumba. Si, le dijo ella, allí dice: "qué suerte que te encontré".

Costas, que venía de una familia griega, la miró incrédulo y le habló en griego, como hablaba él con su madre. Le dijo: tikanis?, que quiere decir en español ¿qué tal? y ella le respondió: kalá, que es griego también y quiere decir bien. Es decir, la chica le siguió la conversación. Vos sos griega o venís de Grecia? preguntó Costas. No, dijo ella, y agregó de donde yo vengo hablamos todos los idiomas y leemos todo lo que se escribe.

Costas pidió la cuenta y dijo que iba a pagar con transferencia. Ella le dijo: son diecisiete mil pesos y el alias es BUNDULO.KRIJA.TANTOR. Dijo eso antes de que el mozo trajera la cuenta y dijera el alias. Costas se preguntó en silencio, ¿con quién estoy?, ¿de dónde salió esta mujer?. Pero ella le respondió: estás con la Otra, así me llamo, y he venido a buscarte para salvarte de este mundo. Costas miraba pasar la gente, los autos, los colectivos, las motos y bicicletas por la calle, pero nadie lo miraba a él ni se daba cuenta de su preocupación.

La Otra, se levantó de la silla, se paró al lado de él y le dijo, el cartel más grande de los de enfrente dice: eres el amor de mi vida. Costas vio que los pies de ella no tocaban el piso y que los demás comensales también miraban eso. De pronto una luz azul y amarilla entró al modesto restaurant, encandiló a todos, se hizo un sol adentro del espacio pequeño y cuando todos volvieron a ver, Costas y la Otra ya no estaban. En la pared resplandeciente, letras de colores formaban las palabras EGÓ SAGAPÓ POLÍ, dos palabras griegas que en español significa: "Yo te quiero mucho".

Toda la gente que estaba en el modesto restaurant aquella tarde, varios me lo han dicho, pasa todas las tardes por esa vereda a ver si están todavía aquellas letras luminosas. Me han dicho también que las letras no están. Yo no les dije, pero hoy pasé por allí y leí, a todas luces, EGÓ SAGAPÓ POLÍ.


martes, 6 de agosto de 2024

Paisaje galáctico


 


Paisaje galáctico

Con el paso del tiempo el bravo mar, otrora invencible, se está yendo y deja sus cosas en el camino de despedida. Enormes rocas que nunca hemos visto van formando una muralla para que el mar no regrese.  Hay arena que mantiene los pasos de quienes han vivido allí. Son pisadas que van y vienen, no sé si llegan o se alejan, solo sé que han sido testigos de algo, de la vida anterior. Se ha creado una alternativa de vida paralela en un mundo nuevo, hay puntos elevados que se mantienen estoicos en su mundo natural. Su símbolo es el faro de luz que ha quedado, porque sigue iluminado, así como antes, a los habitantes de ahora.