miércoles, 24 de diciembre de 2014

De Antología esencial - Pablo Neruda





Sueño de trenes



Estaban soñando los trenes
en la estación, indefensos,
sin locomotoras, dormidos.

Entré titubeando en la aurora:
anduve buscando secretos,
cosas perdidas en los vagones,
en el olor muerto del viaje.
Entre los cuerpos que partieron
me senté solo en el tren inmóvil.

Era compacto el aire, un bloque
de conversaciones caídas
y fugitivos desalientos.
Almas perdidas en los trenes
como llaves sin cerraduras
caídas bajo los asientos.

Pasajeras del Sur cargadas
de ramilletes y gallinas,
tal vez fueron asesinadas,
tal vez volvieron y lloraron,
tal vez gastaron los vagones
con el fuego de sus claveles:
tal vez yo viajo, estoy con ellas,
tal vez el vapor de los viajes,
los rieles mojados, tal vez
todo vive en el tren inmóvil
y yo un pasajero dormido 
desdichadamente despierto.

Yo estuve sentado y el tren
andaba dentro de mi cuerpo,
aniquilando mis fronteras,
de pronto era el tren de la infancia,
el humo de la madrugada,
el verano alegre y amargo.

Eran otros trenes que huían,
carros repletos de dolores,
cargados como con asfalto,
y así corría el tren inmóvil
en la mañana que crecía
dolorosa sobre mis huesos.

Yo estaba solo en el tren solo,
pero no sólo estaba solo
sino que muchas soledades
allí se habrán congregado
esperando para viajar 
como pobres en los andenes.
Y yo en el tren como humo muerto
con tantos inasibles seres,
por tantas muertes agobiado
me sentí perdido en un viaje
en el que nada se movía,
sino mi corazón cansado.

(Pablo Neruda - Estravagario - 1958)



martes, 16 de diciembre de 2014

El fútbol da alegría

Hoy vi a los hinchas de Riber pasear con el pecho inflado de alegría por el título internacional que consiguieron después de 17 años. A los hinchas de San Lorenzo, vi despedir esperanzados a su equipo en la partida hacia un torneo que no tiene campeones de Argentina; a los hinchas de Racing vi entusiasmados esperando el partido del domingo que los puede consagrar campeones del torneo local; a los hinchas de Unión, Crucero del Norte, Colón, Sarmiento de Junín, Temperley y otros equipos ascendidos de la B Nacional a la primera A, los imagino súper contentos y celebrando; a los fans de Huracán los veo por Pompeya muy contentos por la Copa Argentina que ganaron y los hizo presentes en el sorteo de la próxima Copa Libertadores; a los hinchas de Atlético y de Huracán los siento comiéndose los codos por el partido que se les viene y que los puede ascender a primera, como los de Aldosivi, Nueva Chicago y Gimnasia de Jujuy; a los hinchas de San Martín ( entre los cuales me incluyo) los siento felices porque después de un olvidable Torneo Federal, ganaron un partido que les permite seguir en carrera en la Copa Argentina 2015. O sea, amigos hinchas de cualquier club, que el fútbol regala alegría por doquier. El fútbol es celebración y todos estos equipos han celebrado o se disponen a hacerlo. Ahora me pregunto, con profunda tristeza: ¿ y mi querido Boca Juniors, que me ha dado este año?. Respondo: poco y nada. Pero el fútbol es también revancha y pasión. Así que prepárense todos los nombrados antes que en el 2015 los vamos a agarrar. Como dijo la nena del video: "nosotros tenemos el corazón azul y amarillo; y siempre lo alentamos". Vamos Boca, viejo y querido nomás!

sábado, 6 de diciembre de 2014

Oda a las dos puertas



La misma calle,
La misma vereda,
Las mismas casas.
Las dos puertas
Son distintas.
Una es la vieja
Y la otra es la nueva.
Una de ellas tiene
La vida anterior pegada
En su madera;
Conoce de ásperos vientos
Y de lluvias
Como las de Temuco.
La otra lleva
En sí la misma forma
De la de antes,
Pero es la de hoy.
El mismo cielo,
El mismo sol,
La misma luna,
Las mismas estrellas,
Las mismas noches,
Han tenido
Las dos puertas.
Luz y amarillo eternidad
Es el color de una.
El agua reflejante
En el espejo,  
Es el color de la otra.
Si una de ellas
Se cierra,
La otra abre.
No se sabe cuál
Hace lo uno
O lo otro primero.
Pero sé que cuando
Yo abra una,
La otra se cerrará.
Lo que no sé,
Aunque tú y yo hemos
Tenido la misma calle,
La misma lluvia
Y la misma luna,
Es en cuál de las dos puertas
Tú me esperas. 

Julio Jordán Benjamín Lezcano
Buenos Aires, 05 de diciembre de 2014.

San Telmo










Un paseo por San Telmo en una tarde de primavera.

El arbolito de Galerías Pacífico



lunes, 1 de diciembre de 2014

Vamos Santo!



Bueno... ahora me queda el Santo, el papá del Norte, en la Copa Argentina 2015, porque así es San Martín, el adelantado. Estamos tambaleando después del Torneo Federal donde no la vimos. Ahora está toda esperanza del pueblo de La Ciudadela en el partido que jugará a mediados de diciembre contra el que gane de Lastenia y Velez de San Ramón de Santiago del Estero; qué partido, por Dios. 
Ciudade...Ciudade...




Gracias por el fútbol.

¿Y ahora...?

Derrotas y más derrotas para este Boca actual; ¿cuál es la explicación?, el técnico la dio: "ellos convirtieron y nosotros no". Vasco, te quedaron grande estos partidos; había que ganar en la cancha nuestra y no lo hicimos; había que salir a empatar en el segundo tiempo y no lo hicimos. Con este juego que hace Boca siempre se hará cuesta arriba; con un espacio grande y abandonado entre los medio campistas y los delanteros no vamos a llevar peligro a nadie. 

Aguante Boca, la pasión sin límites.

A veces...




A veces viene, 
a veces no. 
Si estoy cerca, 
enciende su luz. 
Si ella esta cerca 
enciende mi corazón.


Julio Lezcano, 28/11/2014.

En la Fonte (Mardel)


Un café en la Fonte de Alem para decirle adiós a noviembre. Se va el mes del final gris y oscuro como el Atlántico profundo.

Fin de semana en Mar del Plata



Lindo fin de semana pasamos al lado del mar. 
Licuados en el Torreón del Monje

Sol y sombrilla en el Torreón
Que se repita!

"Riquelme es Boca..."



"Boca es Riquelme, y Riquelme es Boca. Por mas que no vaya mas a la cancha, nadie va a poder cambiar nada. El hincha de Boca esta loco, me quiere mucho". 

Así expreso su sentimiento Juan Román Riquelme.

Bienvenido diciembre


"En diciembre se desata el tomate 
invade las cocinas 
entra por los almuerzos
se sienta reposado en los aparadores
entre los vasos
las mantequilleras
los saleros azules"
 (Pablo Neruda) - 


Feliz diciembre, amigos.

viernes, 24 de octubre de 2014

Estación destruída



Así está la estación Pompeya (camino al norte) del promisorio y esperado Metrobús del gobierno de la ciudad. Hasta hace pocos días funcionaba a la perfección; los pasajeros esperaban los buses para ir al centro o, simplemente, para salir del "olvidado sur", como dijera Borges.

Hoy, cerca del fin de octubre, la estación parece haber recibido un misil israelí o haber sido testigo del paso del ejército del ISIS corriendo a los del Frente de Nusra. No ha sido nada de esto, ocurre que una nueva obra del gobierno de la ciudad está preparando un nuevo cambio.

Si llevamos al Metrobús a la imaginaria situación de ser el país que promete Macri en su campaña por llegar a la presidencia de la nación, surge una pregunta: ¿qué nos espera? Si el comienzo ha sido con bombos y platillos festejando la modernización para el traslado de los sufridos pasajeros del transporte público, si las vistosas estaciones se han tomado como el nuevo status similar a la de las grandes capitales del mundo; podríamos haber pensado en que, luego de largas obras e incomodidades, se arribó a un espacio confortable. 

Es decir, si el país de Macri hubiera sido la estación del Metrobús, felices hubiéramos estado. Pero también, si el país que piensa Macri para nosotros es como la estación del Metrobús, con sus etapas de creación, breve permanencia y cruda destrucción, ¿qué nos espera?



La voz del cerro









Habrase visto cómo llegó a su casa. Tarde en la noche su mirada estaba cansada. Leyó la carta que estaba en la mesa de la cocina. Me voy, le decía ella. No te aguanto más, continuaba. Yo tampoco, pensó; y se fue a acostar.

Siempre le había costado dormirse. Daba vueltas en la cama y el sueño no le venía. Sentía que tenía acelerado el corazón. ¿Por qué habrá sido? Por ansiedad, tal vez; o por tristeza, o por miedo. Siempre que estaba solo en esa casa grande sentía miedo. Todos le preguntaban por qué tenía miedo y él no sabía qué contestar. Solo decía que tenía miedo.

De pronto, se levantó con sed, había dormido un poco y sentía la boca seca. Extrañó el “adónde vas” que le preguntaba ella cuando él se levantaba. Igual contestó: “a la avenida”, como le decía siempre. Volvió a acostarse.

Vio que se le venía encima la cerrazón, sintió que no podía avanzar por el camino. Le costaba mucho caminar cuesta arriba pero lo hacía lentamente. Se encontró solo en medio de la nube con el cerro a su derecha y el gran valle a su izquierda; caminó unos pasos con sus piernas pesadas, casi no veía, pero iba para adelante igual. Era una noche blanca que lo abrazaba.

Vino un viento frío y seco; él salió del medio de la calle y se acercó al pie del cerro. Caminó con mayor cuidado porque había piedras y troncos. De pronto sintió que alguien le agarraba su mano. Quiso soltarse pero no pudo, la mano que lo agarraba era firme. Otra vez el viento frío y seco al momento que una voz le preguntó: ¿adónde vas?

Se asustó mucho y se despertó con el corazón agitado. Encendió la luz, miró la habitación, la lámpara encendida, la cortina que se movía por la suave brisa que entraba tímidamente. Respiró hondo, acomodó la almohada y apagó la luz.

En la oscuridad, escuchó la misma voz del cerro, fría y seca, que le dijo:¿no vas a la avenida?