jueves, 10 de abril de 2014

El paro general del 14 de abril

Así está la vereda, sucia, mal cuidada, sin mantenimiento, llamando a los gérmenes, virus y bacterias de las enfermedades.

Así estuvo la entrada al trabajo hoy; las persianas bajas, la puerta de madera cerrada, el portón azul duro y con la mirilla a full.

Mirando Saenz hacia la Perito Moreno, quietud, soledad, peligro. 

Mirando Saenz hacia el puente, que estuvo cerrado.

La vereda de La Rumba, Fravega y otros tantos negocios que hoy no abrieron; en la puerta de la casa de artículos para el hogar había un tipo de esos que duermen en la calle, que está en situación de calle, como se dice; eran las dos de la tarde y a la soledad, a la quietud y al peligro se le sumó la intriga: me dijo al pasar: le robo, no le robo; le robo, no le robo.
El transporte aéreo no presta sus servicios de cabotaje y peligran los internacionales; no hay recolección de residuos, los colectivos no llevarán a nadie a pasear ni a trabajar; la línea B del subte no es K y se queda quieta; los trenes no saldrán ni llegarán; nafta habría que haber comprado ayer; ni se le ocurra enfermarse e ir a un hospital y no busque depositar o extraer plata del banco; la educación se frena también como si viniera con tanta prisa; nada de guinches, grúas, cargas ni descargas en los puertos; la actividad en la justicia, ciega y lenta, estará comprometida y habrá cero cafés en los bares ya que no abrirán sus puertas; así es el 10 de abril en Argentina.

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