Al
escribir mi Adán Buenosayres no entendí salirme de la poesía. Desde muy
temprano, y basándome en la Poética de Aristóteles, me pareció que
todos los géneros literarios eran y deben ser géneros de la poesía,
tanto en lo épico, lo dramático y lo lírico. Para mí, la clasificación
aristotélica seguía vigente, y si el curso de los siglos había dado fin a
ciertas especies literarias, no lo había hecho
sin crear «sucedáneos» de las mismas. Entonces fue cuando me pareció
que la novela, género relativamente moderno, no podía ser otra cosa que
el «sucedáneo legítimo» de la antigua epopeya. Con tal intención escribí
Adán Buenosayres y lo ajusté a las normas que Aristóteles ha dado al
género épico.
Leopoldo Marechal, en el Suplemento Cultura y Nación del diario Clarín, 29 de marzo de 1973.
Leopoldo Marechal, en el Suplemento Cultura y Nación del diario Clarín, 29 de marzo de 1973.
No hay comentarios:
Publicar un comentario