"Margarita creció en una familia pobre y a los once años, cuando la madre murió y el padre abandonó a la familia, vino a Buenos Aires sola. Años después, cuando ella y su marido tenían 10 hijos y tenían problemas para mantener a su familia reciclando, vio que había niños en su propio barrio que pasaban hambre y a pesar de que la familia de ellas estaba pasando dificultades, inmediatamente invitó a esos chicos en su casa para darles de comer", describió Michelle Obama.
Tras alabar la tarea social de Los Piletones, Obama finalizó con una frase de la propia Barrientos: "No importa lo poco que uno tenga, siempre se puede dar algo". Todo lo que da Margarita con su trabajo, ya llegó hasta los Estados Unidos.
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