En su idioma original el nombre de este relato es
"Bartleby, The Scrivener: A Story of Wall Street", del escritor estadounidense Herman Melville (1819 - 1891).
Este relato narra la historia de un abogado que tiene su oficina en Wall Street y trabaja cómodamente con sus tres empleados en temas de títulos de propiedad con hipotecas y obligaciones de hombres ricos de la ciudad. Dos de los empleados son escribientes o copistas y el otro es un niño que hace de cadete. Como el trabajo crece cada día, el abogado decide tomar un empleado más.
Se presenta a la entrevista en señor llamado Bartleby, al que el narrador describe que su figura es "pálidamente pulcra, lamentablemente respetable e incurablemente solitaria". El abogado lo toma y le asigna tareas de escribiente. Bartleby trabaja de manera eficiente haciendo sus copias y escritos con alto compromiso. Un día, el abogado le pide que le ayude a leer un escrito, a lo que Bartelby responde: "preferiría no hacerlo". El abogado deja pasar el hecho; pero, mientras el tiempo transcurre y a Bartleby se le pide alguna tarea adicional a sus escritos, siempre responde "preferiría no hacerlo".
El abogado habla con sus otros empleados, les cuenta de la actitud de Bartleby y todos coinciden en no comprender su comportamiento. Hasta que se dan cuenta de que Bartleby nunca sale de la oficina. Un día, cuando el cadete salió a hacer los trámites, se dan cuenta de que no le dieron uno y entonces el jefe le pide a Bartleby que los haga; pero él le responde: "preferiría no hacerlo".
Hasta que llega un día en que Bartelby deja de responder, no emite palabras ante cualquier pregunta. Un domingo, el abogado, después de misa, va hasta la oficina y lo encuentra allí a Bartleby. Pero él no le responde.
El abogado decide mudarse, alquila esa oficina y se va a otra; Bartleby queda en la vieja oficina. Tiempo después, el inquilino del abogado lo viene a ver y le dice que ese hombre que le dejó en la oficina no habla, no contesta y que la policía se lo llevó por usurpar ese lugar y que ahora está preso. El abogado va a verlo a la prisión y le dice, el compañero de celda de Bartleby, que ese hombre vino decidido a morir y que dejó de comer. Al tiempo, el abogado vuelve a la cárcel y ya Bartleby murió. Allí pensó el abogado que tal el comportamiento de Bartleby era así por su antiguo trabajo en la oficina de cartas no reclamadas en Washington.
Bartleby, el escribiente es uno de los más célebres relatos breves de la literatura universal. Ha sido considerado un relato precursor del existencialismo y de la literatura del absurdo.
Jorge Luis Borges ha sido uno de sus traductores al español; y, en su libro "Biblioteca Personal - Prólogos", dice: "
su desconcertante protagonista es un hombre oscuro que se niega tenazmente a la acción. El autor no lo explica, pero nuestra imaginación lo acepta inmediatamente y no sin mucha lástima. En realidad, son dos protagonistas, el obstinado Bartleby y el narrador que se resigna a su obstinación y acaba por encariñarse con él"