Uno que lo ve en la cancha de Boca corriendo por su lateral, aportando su técnica al ataque, el tres de Boca que es derecho pero marca el lateral izquierdo; el socio perfecto de Riquelme en los toques cercanos al área rival, es Clemente Rodríguez. Uno que lo ve allí lo va admirando en cada partido, después lo ve en la selección y también siente satisfacción.
Pero ese jugador, el lateral aguerrido es también un hombre de sentimientos. Se lo vio hace poco en un ámbito distinto. En el sepelio de la madre de Maradona estuvo Clemente. Allí también mostró su hombría de bien. Demostró que así como se lleva la pelota por la izquierda con toda la técnica, se lleva también el corazón al amigo que lo necesita. Muy bien Clemente, el fútbol y la amistad, te necesitan.
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