El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires organiza, mensualmente, una salida cultural de la cual trato de formar parte en cada oportunidad que se realiza.
En el mes de Octubre de este año, la salida se llamó Buenos Aires es Poesía y abarcó un recorrido por diversos lugares de la ciudad donde estuvieron presentes, en su época, Alfonsina Storni, Leopoldo Lugones y Horacio Quiroga.
Cuando empezó el recorrido en la Avenida de Mayo, la guía del tour explicó como sería el recorrido y que ella iría relatando jugosas anécdotas de los escritores, lo cual rápidamente disparó mi atención. Dijo también que el final del paseo sería en Espacio Icalma, un lugar de Barracas donde ella recrearía una tertulia, a la manera de los grandes literatos de aquella época, donde todos, incluidos los integrantes del grupo, podrían leer obras de Alfonsina, textos o poemas. Aquí me interesé más todavía y de inmediato pensé en recitar mi poesía "La Avenida, mi avenida".
Como no tenía el texto encima, a través de mi teléfono ingresé en mi blog y la copié en mi anotador de bolsillo. Luego de un hermoso andar por distintos lugares de la ciudad, tal cual el plan trazado, llegamos al Espacio Icalma; este es un maravilloso lugar enclavado en un barrio que respira arte al punto tal que las casas del Pasaje Lanín ostentan artísticos frentes con hermosos colores.
Ya en el Espacio, un lugar cálido para este tipo de reuniones, la narradora relató anécdotas y recitó poemas de Alfonsina. Nos dio un placer enorme verla y escucharla. A su finalización, nos invitó a leer lo que quisiéramos de los libros que estaban en el salón esperando su lector de turno. Algunas colegas leyeron poemas con emoción y a todos nos gustó mucho.
Cuando terminaron las lecturas, la narradora preguntó si alguien más quería leer y me quedé callado. Mi timidez me estaba jugando su pasada acostumbrada, pero una de las colegas presentes, a quien yo le había dicho que tenía intenciones de leer, me dijo que lo hiciera. Ese empuje fue fundamental para mi. Dije a la narradora y a los presentes que quería leer un poema escrito por mi. Me dio la palabra no sin antes mostrar su interes por escuchar.
Expliqué de qué se trataba mi poema "La Avenida, mi avenida" y empecé a leerla. Me sentí muy cómodo a medida que avanzada en los versos y percibía la atención de todos. Cuando terminé, escuché los aplausos de mis colegas y vi a la narradora también aplaudiéndome y dándome su apoyo.
Esa ha sido una experiencia tan fascinante como inolvidable para mi. Haber formado parte de una tertulia de escritores y también haber leido unas líneas escritas por mi, ha sido como alcanzar el cielo con las manos. Me resulta difícil explicar mi alegría, pero puedo decir que ese hecho me hizo el hombre más feliz del mundo, en mi intimidad. Llegaron a mi memoria los versos de Neruda cuando dijo "soy / resplandeciente con mi cuaderno" y "soy / sosegado en la alegría"
Este es mi poema:
Centro de mi pueblo,
alma de mi ciudad,
con tu recuerdo tiemblo,
eres mi libertad.
Desde niño te conozco,
alma de mi ciudad;
nada de lo que me diste es poco
eres mi sinceridad.
Hoy desde lejos te quiero
en mis noches de desvelo,
tienes mi voluntad
en mi alma, en mi ciudad.
Mis agradecimientos:
- A la Dra. Susana Santorsola por haberme insitido en que leyera mi poema. Además, ella tomó las fotografías que ilustran esta entrada.
- A la narradora Silvia Pereyra, por darme un lugar y apoyarme en el recitado.
- A la Dra. Liliana Alvarez, por coordinar con alto profesionalismo este tipo de eventos.
- A todos mis acompañantes del paseo por su atención, su aguante y su reconocimiento.
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