Arjen Robben o cómo entrar al área, primero sin la pelota y después ya manejándola con pura potencia, reflejos y habilidad. También ha sido un premio para Robben, porque no había tenido suerte en las finales anteriores; y en este partido, tuvo tres mano a mano con el arquero del Borussia, en el tercero ganó él y el Bayern.
Qué buen jugador!!
domingo, 26 de mayo de 2013
sábado, 18 de mayo de 2013
Walter Erviti; jugador de Boca Juniors
He visto a Erviti en un programa de televisión en una charla distendida con los conductores y me quedaron cosas que él dijo como las que voy a tratar de describir ahora. No sólo por las anécdotas que contó recuerdo aquella charla, sino porque recordó hechos con su padre y para mi eso es lo importante; cuando un hijo cuenta algo de su padre a mi me estremece.
Siempre tengo el sueño de escribir un libro con esos recuerdos, porque voy recolectando cosas que los hijos cuentan de sus padres, por ahora en mi cabeza, y sé que alguna vez lo voy a lograr.
Volviendo a Erviti, quiero decir que es para mi, en mi condición de gran hincha de Boca, el motor del medio campo xeneize. Corre, juega, mete, marca, gambetea, ayuda, la pide, pica, empuja y genera momentos inolvidables como el empate a River en la cancha de ellos.
Ahora si, yendo a la entrevista, él dijo que nació en Mar del Plata, que su padre era pintor de obra y que vivían a sesenta cuadras de la playa. Que a él no le interesaba la playa, que lo suyo era el fútbol y jugaba a cualquier hora y en cualquier lugar.
Cuando se estaban contruyendo los balnearios de Punta Mogotes, su padre trabajaba allí todo el día y a veces los llevaba a él y a su hermano para que lo acompañaran. Como se estaban haciendo las canchas del Balneario 12, el padre pedía permiso a los dueños y los chicos jugaban allí.
Siguiendo con el relato de Erviti, un día después de un arduo trabajo, el padre les dijo que tenía plata para volver en colectivo a la casa o para tomar una Coca. Ellos eligieron la Coca, entonces tuvieron que volver caminando; a las dos cuadras se querían matar por todo lo que tendrían que caminar.
Hasta allí la anécdota.
¿Será ése el origen del sacrificio de Erviti?; jugar y meter; jugar en cualquier lado de la cancha y volver sesenta cuadras caminado a su casa; ¿eso pasará por su cabeza en cada partido?; la Coca o el colectivo, le había dicho su padre; él eligió la Coca y caminó hasta la casa; se dió el gusto de tomar una Coca fresquita como cuando la para y la pisa adentro del área; y volvió caminando un largo trayecto, como cuando hace de rueda de auxilio del equipo entero.
Ese es Walter Erviti, el mediocampista jugador exquisito y metedor incansable de Boca.
domingo, 12 de mayo de 2013
Pompeya Sila y Boca
Que se termine en Boca lo
del equipo alternativo, lo de los pibes, lo de la mala racha, lo de
recibir goles a los 45 segundos o a los 3 minutos; lo de sufrir dos
goles en el primer tiempo; lo de terminar los primeros tiempos sin ni
siquiera descontar; lo de empezar apocado el segundo tramo del
partido sin miras de descontar y recibir, encima el tercero en
contra. Este es mi deseo, que todo eso llegue a su fin, para que los
hinchas de Boca como yo, vayamos y volvamos felices de la cancha.
Deseo ir a la cancha de
local esperanzado en ganar y ver al equipo buscar el triunfo desde el
minuto cero; que el rival sienta que está jugando contra Boca; que
las camisetas de nuestros corazones estén más mojadas que las de
ellos; que la pelota vaya siempre para el área rival y que se la
empuje con fuerza, con bronca y con hambre de gol. Deseo que se
terminen esos pases laterales del 2 al 6, del 6 al 3 y del 3 al 2 de
nuevo para que se la tire otra vez al 4.
El fútbol, amigo
Bianchi, tiene que jugarse hacia adelante; desde donde se esté
parado en el campo de juego; mejor dicho, Boca tiene que ir siempre
adelante. Que cada pelota que se dispute sea la de la final de la
copa del mundo, y que se trate de ganar. En ese instante en que se
pelea el juego no ayuda la historia del equipo más grande, o del
técnico más ganador, o de la mala racha; importa ganar esa pelota y
avanzar.
Si se van a jugar dos
campeonatos, el local y la Copa Libertadores, hay que tener dos
equipos competitivos para eso; no hay que dar ventajas en ninguno de
los dos; el equipo siempre debe ser Boca, el más temido. Aquí
pienso que la dirigencia actual juega con nosotros los socios y con
los hinchas; nosotros somos los que pagamos la cuota social y los que
vamos a la cancha; haga frío o calor, sea el día y la hora que sea,
a dejar que la policía te trate como a un perro a tres cuadras de la
cancha; a que te hagan dejar el diario antes de entrar o que no te
permitan el ingreso de una tortita negra que uno lleva para hacer una
colación futbolística; a estar parado y apretado durante mucho
tiempo; a esperar a que a la cana se le de por dejarte salir; y
encima de todo eso, que el equipo pierda y que sea vapuleado por el
rival. Basta de todo eso, señores Bianchi, Angelicci y todos los
demás de la comisión directiva. Pienso que el club debiera retribuir todo lo que el hincha hace con un despliegue de alternativas que favorezcan siempre al equipo; si se necesitan jugadores para el torneo local, que se compre los que sean necesarios; y si se requiere experiencia para una copa internacional que se busquen jugadores que cumplan con esos requisitos. Que se termine la improvisación y que el que vaya a jugar de cuatro que sea cuatro; que si el proceso de las inferiores no destaca un seis en ese puesto tan difícil, que se lo traiga urgente de cualquier lado. Basta de pichuleo, señores que manejan el club.
La historia siempre nos
va a mostrar el camino, veamos: cuando Cayo Julio César fue nombrado
Pontifex Maximus, su nuevo cargo vino marcado por el escándalo; su
esposa Pompeya Sila era la responsable de la organización de los
ritos de la Bona Dea en diciembre, que era una liturgia femenina
excusivamente. Durante una de las celebraciones, un jover líder
demagogo, Publio Clodio Pulcro, consiguió entrar a la casa
disfrazado de mujer movido por el lascivo propósito de yacer con
Pompeya. En respuesta a este sacrilegio, del cual ella no era
culpable, Pompeya recibió una orden de divorcio.
César admitió en
público que él no la consideraba responsable, pero justificó su
acción con la célebre máxima:
La mujer del César no
sólo debe ser honrada, además debe parecerlo.
Boca, el club de mis
amores, debe ser Boca en cualquier torneo y cualquier equipo que
salga a la cancha con la camiseta azul y amarilla, debe parecer Boca.
martes, 7 de mayo de 2013
Los regalos
El regalo es el medio más directo
para demostrar afecto a otra persona; creo firmemente en eso; traigo ese sentir
desde mi origen porque he recibido regalos que todavía me acompañan. De aquella
época, por cuestiones propias del tiempo, no tengo los aspectos materiales de
los regalos, pero si los espíritus de ellos todavía viven en mí.
Mis padres me han regalado la
vida; mis hermanos el amor y mis abuelos, mis tías, tíos y primos, cada uno de
ellos, me han dado muchas cosas que, aún sin saberlo, me hacen celebrar la vida
cada día. Quiero hacer un homenaje,
desde estas líneas a dos regalos que recibí de mi familia.
Mi querida y nunca olvidada tía
Luisa, era la primera en llegar a mis cumpleaños; siempre me traía medias o
calzoncillos, y depositaba en ellos un afecto tan grande que esas cosas han
sido inolvidables. Pero una vez, cambió el regalo y me trajo una taza y un
plato celestes. Era tan linda esa taza que si la tuviera hoy sería muy feliz;
tenía dibujos en tonos pasteles y yo los miraba y los hacía jugar entre ellos;
así, los dibujos del plato jugaban con los de la taza y yo disfrutaba con cada
mate cocido que tomaba.
No sé dónde lo había comprado
ella, por esas cosas del protocolo, eso no se dice; imagino yo que vendrían del
Bazar del Hogar o de la Cooperativa; hoy creo verlos en la vidriera de esos
lugares tan caros a mis afectos. Hoy
todas mis tazas y platos que uso para el mate cocido son celestes con tonos
pasteles, aunque la realidad me los muestre con otros colores. Y son eso sí, del Bazar del Hogar en la
Avenida, o de la Cooperativa.
El otro regalo que hoy tengo en
mi alma es el que me trajo mi tío Ramón, cuando yo ya iba dejando la tierna
niñez para ingresar en la querida adolescencia. Mi tío Ramón vino al mediodía
de aquel caluroso veinticinco de febrero, con su sombrero y sus botines
caminantes del suelo taficeño. Me dijo, para vos Jota, y me entregó un pequeño
paquete, lo abrí con el entusiasmo con el que se espera el regalo y era una
máquina de afeitar.
Qué lindo regalo me hizo Ramón;
ese presente me invitó a crecer, a mirar adelante, mirarme en el espejo y a
pasar mi máquina de afeitar por mi cara. Hoy en día utilizo una máquina
parecida, con un solo filo; no quiero aquellas peligrosas de varios filos; sigo
con la primera que recibí; siento en cada mañana que sobre mi cara se desliza
el regalo de mi tío Ramón; y así él está conmigo.
07 de mayo de 1861 - Nace Rabindranath Tagore
Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.
Sir Rabindranath Tagore, en idioma bengalí, রবীন্দ্রনাথ ঠাকুর, (Calcuta, 7 de mayo de 1861 - Calcuta 7 de agosto de 1941) fue un poeta bengalí, poeta filósofo del movimiento Brahmo Samaj (posteriormente convertido al hinduismo), artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones que fue premiado con el Premio Nobel de Literatura en 1913, convirtiéndose así en el primer laureado no europeo en obtener este reconocimiento.
Tagore revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitanjali. Extendió el amplio arte bengalí con multitud de poemas, historias cortas, cartas, ensayos y pinturas. Fue también un sabio y reformador cultural que modernizó el arte bengalí desafiando las severas críticas que hasta entonces lo vinculaban a unas formas clasicistas. Dos de sus canciones son ahora los himnos nacionales de Bangladés e India: el Amar Shonar Bangla y el Jana-Gana-Mana.
miércoles, 1 de mayo de 2013
El mes de Targelión
En el antiguo calendario romano faltaban los meses de enero y febrero, pero el tercero era Mayo. En el calendario gregoriano, Mayo es el quinto mes del año.
Los antiguos romanos le llamaban maius y su nombre no parece provenir de la diosa romana Maia (antes denominada Bona Dea), sino de Maius Juppiter (reducción de MAXIMUS/el más grande).
En la antigua Grecia su equivalente es el mes de Targelión. El filósofo griego Platón nació el séptimo día del mes del targelión, que en el calendario ateniense era el mes de mayo.
Quintilis fue originalmente el nombre del quinto mes (que después fue cambiado de lugar para ocupar el séptimo) en el calendario romano, estaba ubicado después de junio y antes de sextilis.
La piedra de mayo es la esmeralda, y su flor, el lirio.
1° de mayo - Día del trabajador
Feliz día del trabajador
Al señor encargado del edificio donde vivo que está desde muy temprano limpiando; a los repartidores de mercaderías que venden el Chino y Carrefour; a los colectiveros que doblan raudos en Gallo; a los taxistas que miran impacientes las veredas a ver si alguien los llama; a los obreros de la obra de la esquina que llegan a su lugar de trabajo; a la cafetera que recorre las aceras con su carro con termos y facturas; al vendedor de diarios que ofrece, entrega, cobra y da el vuelto en el tiempo que el semáforo cambia su luz de color; a los empleados de la farmacia que ya están atendiendo aún con la persiana baja; a los empleados del garage de Pompeya que me reciben y cuidan de mi auto; al florista que a primera hora está sacándole las espinas a los tallos de las rosas, después le saca los pétalos mustios y las envuelve en un papel celofán para después esas bellezas adornen algún amor; a los señores de la vigilancia que abren el portón grande de los camiones; a los muchachos del depósito que ya están ordenando los pallets cuando yo llego; a la gente de facturación; a la recepcionista; a los motoqueros que ya traen los sobres; a la gente de administración que empieza temprano; a los de impuestos que desde la primera hora leen las novedades; a los de pagos que organizan el día de salida de fondos; a los de cobranzas que planean a que clientes visitar; a los de costos; los de sistemas; de administración comercial; de operaciones; de tráfico; de mesa de entradas; de seguridad; a los choferes que traen y llevan mercaderías; a las mozas de La Rumba, a los chicos y chicas del delivery de La Monumental; al cocinero de allí; a todos los vendedores de la avenida Saenz; a los que regresan de sus trabajos en los colectivos trenes y subtes; a los parientes de todos nosotros que también pasan sus días en el trabajo; a los médicos, peluqueros, dentistas, radiólogos, abogados colegas contadores; jugadores de fútbol que trabajan para hacernos felices; a los poetas que dedicaron sus versos a los hombres trabajadores; a los artistas que representan obras de arte de trabajadores de las letras, la música y la pintura. A todos los que trabajaron antes que nosotros para dejarnos sus lugares; a todos ellos los trabajadores del tiempo eterno del quehacer diario; a todos los que suman día a día un esfuerzo más hacia el supremo bienestar a través de la lucha a veces desigual; a todos los que ponemos el hombro por nuestras familias, amigos, colegas, padres, madres, hermanos, vecinos y conocidos, les deseo la mayor felicidad en su día y que su deseo sea el motor del empeño para lograr todos sus sueños.
Al señor encargado del edificio donde vivo que está desde muy temprano limpiando; a los repartidores de mercaderías que venden el Chino y Carrefour; a los colectiveros que doblan raudos en Gallo; a los taxistas que miran impacientes las veredas a ver si alguien los llama; a los obreros de la obra de la esquina que llegan a su lugar de trabajo; a la cafetera que recorre las aceras con su carro con termos y facturas; al vendedor de diarios que ofrece, entrega, cobra y da el vuelto en el tiempo que el semáforo cambia su luz de color; a los empleados de la farmacia que ya están atendiendo aún con la persiana baja; a los empleados del garage de Pompeya que me reciben y cuidan de mi auto; al florista que a primera hora está sacándole las espinas a los tallos de las rosas, después le saca los pétalos mustios y las envuelve en un papel celofán para después esas bellezas adornen algún amor; a los señores de la vigilancia que abren el portón grande de los camiones; a los muchachos del depósito que ya están ordenando los pallets cuando yo llego; a la gente de facturación; a la recepcionista; a los motoqueros que ya traen los sobres; a la gente de administración que empieza temprano; a los de impuestos que desde la primera hora leen las novedades; a los de pagos que organizan el día de salida de fondos; a los de cobranzas que planean a que clientes visitar; a los de costos; los de sistemas; de administración comercial; de operaciones; de tráfico; de mesa de entradas; de seguridad; a los choferes que traen y llevan mercaderías; a las mozas de La Rumba, a los chicos y chicas del delivery de La Monumental; al cocinero de allí; a todos los vendedores de la avenida Saenz; a los que regresan de sus trabajos en los colectivos trenes y subtes; a los parientes de todos nosotros que también pasan sus días en el trabajo; a los médicos, peluqueros, dentistas, radiólogos, abogados colegas contadores; jugadores de fútbol que trabajan para hacernos felices; a los poetas que dedicaron sus versos a los hombres trabajadores; a los artistas que representan obras de arte de trabajadores de las letras, la música y la pintura. A todos los que trabajaron antes que nosotros para dejarnos sus lugares; a todos ellos los trabajadores del tiempo eterno del quehacer diario; a todos los que suman día a día un esfuerzo más hacia el supremo bienestar a través de la lucha a veces desigual; a todos los que ponemos el hombro por nuestras familias, amigos, colegas, padres, madres, hermanos, vecinos y conocidos, les deseo la mayor felicidad en su día y que su deseo sea el motor del empeño para lograr todos sus sueños.
CP Julio Jordán Benjamín Lezcano - 25 años de contador
Mi medalla por mis 25 años en el Consejo Profesional. Mi orgullo. |
Soy el hombre feliz con su medalla, al lado de la bandera de mi país, el logo del Consejo y mi estampa de Contador. |
Miro a los lejos por si veo a mi padre; elevo mi medalla para que él también la disfrute; allá está él, lejos con su mirada potente y tranquila, que surca los cielos y me acompaña. |
Mi madre, siempre me dio el apoyo y el impulso para que yo estudie. Me acompaña en esta fiesta de mi alegría. |
El grupo que me acompañó a la entrega; quise que estuvieran todos ellos y vinieron conmigo. |
La cazuela de lomo, una maravilla. |
Hace muchos años cuando me entregaron el título en la UBA, mi hermano estuvo conmigo y me gritó un "Bien Julio" en medio de tanta formalidad; ahora tambén vino y celebramos juntos. |
Mi sobrinos, José carlos y Dani; me acompañan siempre y compartimos la alegría. |
Mi compañero de trabajo desde hace 6 años, el Cdor. Víctor Gomez, el de remera color salmón, y su esposa Romina. |
Mi madre y mi hermana; siempre conmigo; hemos venido juntos desde Tucumán en el año 1979 y aquí estamos; hoy celebrando este éxito. |
Mi hijo Nicolás, el futuro contador; ojalá lo acompañe yo en sus festejos. |
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