BERLÍN ES SIN DUDA el Nueva York europeo, una ciudad moderna
y cosmopolita que no para, de gran riqueza cultural y arquitectónica.
Les convendrá subir a la torre de la Televisión (Fernsehturm), desde donde se obtiene una panorámica de los dos antiguos sectores de la metrópoli; quizá lo que moleste un poco a la vista sean las numerosas grúas y andamios que trabajan para devolverle su antiguo esplendor.
El gran escaparate comercial se encuentra en Kurfürstendamm (o Kudamm), en Charlottenburg, sitio donde se ubican las mejores tiendas de Europa, y se ven las manifestaciones callejeras más extravagantes. Un punto interesante para descubrir las tendencias de la moda europea.
El símbolo de la ciudad es la puerta de Brandeburgo, la única que se conserva de las 14 que rodeaban el Berlín amurallado en siglo XVIII, en esta zona se encuentran algunos de los mejores hoteles del barrio de Mitte en Berlín. Muy cerca esta el Tiergarten -donde se encuentra el monumento a la Victoria- y el bosque de Grunewald, dos espacios verdes en la ciudad.
La gran cara de la modernidad es el edificio que acoge al Parlamento, conocido como Reichstag, uno de los símbolos más destacados de la historia alemana, construido en el siglo XIX, para después ser incendiado por los nazis en 1933. Tras la remodelación realizada por el famoso arquitecto Norman Foster, se ha convertido en uno de los monumentos más visitados en Berlín.
Necesitarán de varias horas para visitar los numerosos museos de Dahlem, ubicados en el sur de la ciudad, con secciones de pintura, escultura, historia sobre el pueblo alemán y arte islámico e indio.
Para ir de compras, en el centro de la ciudad se encontrarán con una experiencia diferente: el KaDe-We (Tauenzienstrasse 21), pues es el segundo gran almacén mayor del mundo, después de Harrods en Londres, no duden en visitarlo.
El momento romántico del viaje lo podrán crear dando un paseo al atardecer en barco por los lagos y ríos que bordean los bosques de Berlín. Visitar la ciudad histórica de Postdam, a 30 km de distancia, resulta interesante por el recorrido al castillo rococó Sanssouci, residencia veraniega de Federico el Grande.
Les convendrá subir a la torre de la Televisión (Fernsehturm), desde donde se obtiene una panorámica de los dos antiguos sectores de la metrópoli; quizá lo que moleste un poco a la vista sean las numerosas grúas y andamios que trabajan para devolverle su antiguo esplendor.
El gran escaparate comercial se encuentra en Kurfürstendamm (o Kudamm), en Charlottenburg, sitio donde se ubican las mejores tiendas de Europa, y se ven las manifestaciones callejeras más extravagantes. Un punto interesante para descubrir las tendencias de la moda europea.
El símbolo de la ciudad es la puerta de Brandeburgo, la única que se conserva de las 14 que rodeaban el Berlín amurallado en siglo XVIII, en esta zona se encuentran algunos de los mejores hoteles del barrio de Mitte en Berlín. Muy cerca esta el Tiergarten -donde se encuentra el monumento a la Victoria- y el bosque de Grunewald, dos espacios verdes en la ciudad.
La gran cara de la modernidad es el edificio que acoge al Parlamento, conocido como Reichstag, uno de los símbolos más destacados de la historia alemana, construido en el siglo XIX, para después ser incendiado por los nazis en 1933. Tras la remodelación realizada por el famoso arquitecto Norman Foster, se ha convertido en uno de los monumentos más visitados en Berlín.
Necesitarán de varias horas para visitar los numerosos museos de Dahlem, ubicados en el sur de la ciudad, con secciones de pintura, escultura, historia sobre el pueblo alemán y arte islámico e indio.
Para ir de compras, en el centro de la ciudad se encontrarán con una experiencia diferente: el KaDe-We (Tauenzienstrasse 21), pues es el segundo gran almacén mayor del mundo, después de Harrods en Londres, no duden en visitarlo.
El momento romántico del viaje lo podrán crear dando un paseo al atardecer en barco por los lagos y ríos que bordean los bosques de Berlín. Visitar la ciudad histórica de Postdam, a 30 km de distancia, resulta interesante por el recorrido al castillo rococó Sanssouci, residencia veraniega de Federico el Grande.
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