"Querido 10, me hiciste vivir los mejores años de mi vida como hincha de Boca Juniors. Te seguí desde que debutaste en Boca, ese día estaba en la cancha y se veía que eras distinto a los demás, te pusiste la 10 y nunca te quedó grande. Para mí fuiste el ídolo más grande de la historia del club, lo demuestran tus títulos. Quedarán grabadas en mi las mejores jugadas, y esperar todas las tardes a Pagani cuando te defendía contra todos los que te odian por ser distinto. Sos distinto porque jamás mandaste al frente a un compañero, porque los dirigentes, señores poderosos, siempre te odiaron; y distinto porque todos los rivales te respetaron y siempre pusiste la cara. Como serás distintos que los mediocres te critican porque dicen que hablaste antes del partido de que te ibas, no se dieron cuenta de nada, como siempre saliste a dar la cara, quedaste como único culpable de la derrota. Te vas como un grande dando la cara, todos sabemos que no aguantabas más...cómo maltrataron tu dignidad.
El año pasado, mientras luchaba contra una leucemia, no pude pagar más mi cuota de socio, me perdí verte por última vez con la 10 de Boca. Te prometo que voy a verte en otro equipo, la enfermedad no me hizo llorar porque la voy venciendo, pero vos, hermano, me hacés caer las lágrimas. Gracias por tu dignidad, y por los códigos de la vida. Con el tiempo, las cosas se pondrán en su lugar"
Mi comentario:
Tal vez con el Sr. Horacio hemos compartido La Bombonera en algún partido con Riquelme y la pelota a sus pies. Es muy probable que esto haya sucedido y por eso ahora comparto lo que él escribe. Pienso que el hecho de haber vivido bajo el mismo cielo boquense la magia del gran 10 de Boca, hace que sienta con emoción esta carta. Siempre he pensado que las cartas son también una forma de literatura; y aquí hay un muy buen ejemplo, porque describe a la perfección el sentimiento de un hombre identificado con un jugador, unidos por los colores azul y amarillo. He tenido la suerte de ver al 10 con la camiseta de Boca por última vez en la cancha de Boca. Para mi ése ha sido un hecho histórico. Envío desde mi corazón, todo lo que yo sentí aquella noche al ver a Riquelme avanzar y avanzar ante la cerrada defensa del Corintihans; seguramente el Sr. Horacio lo percibirá, porque él ha vivido todo lo que yo viví. Lo saludo con todo mi respeto, Sr. Horacio. Un abrazo.
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