Luego de un asadito, se viene la tarde. Linda ocasión para una charla de cualquier tema, desde la estatización de la petrolera hasta la ineidad del infinito. Para eso, siempre es bueno tener preparada una buena mesa con mantel, servilletas, vasos, copas, platitos y una torta; también unas botellas de soda, como dicen los yankis a las cocas. ¿Qué mas se necesita?, nada, sólo entregarse a las palabras y debatir...
Así la tarde comienza y se viene la caída del sol. No obstante, si uno está preparado nada cae, al contrario todo sube, como la espumita y la pasión.
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