viernes, 20 de abril de 2012

Los perros voladores


Los perros voladores están atentos a la llegada de capitales extranjeros. En cuanto aparezca alguno, se lanzan al vuelo y le muerden hasta el interés.

No se salvarán de ellos las amortizaciones, en especial, del que está en el medio. Este se convierte en un pájaro de cuatro patas, cola y alas y, al ladrido, entre las nubes sigue cual un misil cualquier cuota que pretenda instalarse en algún plan de pagos.

El último de la escuadrilla, se llama "Lengua de los aires", y se dedica a las tasas, si éstas tienen alto "spread" va directo a su cuello y no queda en el aire viciado del país, pujante de otrora, ninguna tasa de interés activa ni pasiva; ni nominal ni, mucho menos, efectiva.

Los cables de acero que circundan su base de operaciones, protegen a los perros voladores; cualquier intento de ataque contra ellos, ya sea oral o escrito fulminan al pretendido crítico.

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