martes, 5 de junio de 2012

Juan Román Riquelme


Juan Román Riquelme es el ídolo de Boca. El hombre que dice que la cancha de Boca es su casa. Que dijo muchas veces "estar feliz" después de una victoria y que se llevó mil cargadas. El que renunció a la selección nacional; el que se fue de Boca a jugar en Europa y que después volvió.

Juan Román Riquelme, uno de los jugadores más criticados en la Argentina, por su estilo de juego, por su forma de ser; es un hombre imitado por muchas personas que se ríen de él; el hombre que está acusado de dividir a los grupos, se dice de él que en el vestuario hay gente a su favor y otra en contra.

Juan Román Riquelme, el crack que ha sido resistido hasta por el propio técnico en Boca; el director técnico que llegó a Boca con la idea de jugar un 4 - 4 - 2 prescindiendo del enganche, aún teniéndolo entre sus filas. En un partido ni siquiera lo concentró.

Pero Juan Román Riquelme está allí, en su casa, en Boca, con la camiseta N° 10; es el ídolo máximo de la hinchada; cuando se informa la formación del equipo antes del partido se produce una ovación tan grande que emociona y también demuestra todo lo que Riquelme es en su casa.

Juan Román Riquelme demuestra que está preparado para jugar al fútbol en cada minuto de los que se forma un partido; hay que verlo en la cancha cómo ordena al equipo, con o sin la pelota en sus pies; su última obra ha sido en Catamarca, en la semifinal del torneo por la Copa Argentina.

Hizo un gol de tiro libre, Boca ganaba el partido hasta el minuto final, pero Merlo lo empató. Allí se vieron las caras de preocupación de los jugadores de Boca, la de Riquelme también se puso adusta. Empezaron pateando los jugadores de Merlo, el primero fue convertido y fue a patear Román el primero de Boca. Lo hizo con tanta jerarquía y tanto potrero encima que elevó el sentido psicológico del equipo.

Habrán pensando los demás que si su Capitán había pateado así el penal, ellos no podrían fallar; y así lo hicieron, ganaron con la moral bien alta porque Riquelme "la picó" en su penal. Horas después, en otro ámbito, en una fiesta del club, estaba Juan Román Riquelme vestido con impecable saco de pana azul con camisa y corbata a tono; distendido, amable, respondiendo a las preguntas como él sabe hacerlo; cuando le preguntaron porqué había elegido esa forma de patear el penal en Catamarca, dijo que vio que el arquero era muy "grandote" y que se movió hacia su derecha, entonces, él hizo eso.

Jugadores de fútbol como Riquelme necesita el fútbol. El fútbol no es tal sin hombres como Juan Román Riquelme. El césped de la cancha de Boca lo pide; su fresco verdor espera sus pisadas; el corazón de Juan Román Riquelme queda entre ellos, en su casa de la cancha de Boca.


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